Caminando por la calle, observé a un hombre que tiró un paquete de cigarrillos al piso. Lo peor del caso es que el hombre vestía bien, se podría decir que hasta elegante. ¿Cuántas veces hemos visto esto? Muchas. ¿Cuántas veces nos hemos detenido a reclamarle? Muy pocas, y en otros casos, ninguna.
La razón de esto es que el siglo 21 le ha dado una faceta ridícula al ecologismo. De hecho, si lo analizamos bien, sabemos que tomar conciencia no es específicamente ecologismo. ¿Qué creen? ¿Qué porque no botemos basura al piso significa que acabamos de salir de WoodStock? ¿Qué coño le pasa al mundo?
Hace un par de días, le mencioné a un profesor lo que iba a hacer en estos 20 años de vida que me quedaban y me consideró pesimista, pero ¿Qué otra me queda? Los documentales de Al Gore y de Leonardo DiCaprio (creo que muy pocos los hemos visto) nos dan esperanzas, comentando el hecho de que hace 30 años no teníamos idea de lo que le pasaba a la Capa de Ozono. Claro, hoy en día lo sabemos, tenemos las herramientas para cambiarlo, pero lo que diariamente veo en las calles me hace dudar de que las usemos o no.
Vamos, ¡Si hasta Google me deja claro que no tenemos oportunidad! Busquen “Global Warming” o “Calentamiento Global” en Imágenes, y verán que un 75% (cuidado si 80%) de estas son para soltar lágrimas de la risa. Entonces, ¿Nos lo estamos tomando en serio? Lo dudo…
¿Qué soy pesimista? Para nada… Soy totalmente REALISTA.
¿Posibilidades de cambiarlo? Está bien, seré optimista: Remotas.
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